En nuestra Unión de Ciegos y Deficientes Visuales los afiliados tienen la opción de participar en actividades de carácter espiritual; una de estas actividades es un peregrinaje anual; este año ha sido la vigésima celebración de este evento. Del 12 al 14 de mayo 45 personas ciegas y deficientes visuales y sus guías recorrieron la ruta del reformador protestante eslovaco Primož Trubar, quién en el siglo XVI imprimió el primer libro en esloveno. Primož Trubar fue un sacerdote católico nacido en Eslovenia que más tarde se convirtió en un predicador protestante; emigró a Alemania, donde continuó con su fructífera labor protestante.
Empezamos nuestro viaje en Innsbruck, Austria, donde pasamos unas horas paseando por el casco antiguo; visitamos la iglesia de San Lorenzo, donde asistimos a misa. Nuestra guía, Alenka Žibert nos describió con exactitud y meticulosidad muchos monumentos y edificios históricos para que las personas ciegas y deficientes visuales también los pudieran “ver”. Durante nuestro viaje nuestro guía espiritual, el hermano franciscano Miha Sekolovnik, estuvo a cargo de la meditación, explorando ideas profundas y algunos hechos históricos de la Biblia; sus palabras nos llenaron de paz.
En Alemania visitamos Kempten, Tubingen y Augsburgo, donde Primož Trubar vivió y trabajó como pastor protestante; pasó los últimos 20 años de su vida en Tubingen. En cada una de estas ciudades vimos una estatua de Trubar, como monumento dedicado a la importante labor que llevó a cabo; también visitamos una iglesia en la que trabajó y en la que se encuentra su tumba, y una casa que lleva su nombre, donde celebramos una breve reunión con un grupo de protestantes: les recibimos con una canción en esloveno y ellos nos contestaron con una bella canción en alemán.
El último día, en la basílica de San Ulrico y Santa Afra, pudimos admirar la estrecha relación que existe entre las comunidades católica y protestante de Augsburgo: una vez al mes celebran una misa en común para ambas comunidades; esto es algo que no ocurre en Eslovenia. Finalizamos nuestro viaje con una visita a Fuggerei, un agradable conjunto de viviendas sociales del siglo XVI, que sigue en funcionamiento, ofreciendo alquileres a bajo precio. Iniciamos nuestro viaje de regreso a casa llenos de gratos recuerdos.
Barbara Krejči Piry
una persona descubriendo el busto de Primož Trubar con sus manos