“¿Y cómo votan las personas con discapacidad visual?” El año pasado a menudo me hacían esta pregunta cuando mencionaba que la Federación Alemana de Ciegos y Deficientes Visuales había empezado a coordinar un nuevo proyecto de la EBU sobre este tema. Esta pregunta es realmente interesante, no sólo para las personas videntes, ya que plantea respuestas inquietantes sobre los derechos políticos y hay motivos para esperar que el futuro sea mejor. En este texto introductorio para el último número del boletín Focus de la EBU me gustaría presentar una visión general de lo que hemos averiguado hasta el momento.
Respuestas inquietantes
En noviembre de 2018 publicamos los primeros resultados del proyecto AVA: Accessible Voting Awareness-Raising (Concienciación sobre el Voto Accesible), un informe sobre la situación del voto accesible. Para este informe encuestamos a 24 organizaciones miembro de la EBU, estudiamos las leyes electorales de 45 países europeos y actualizamos documentos antiguos de la EBU sobre este tema. En lo que al contenido se refiere examinamos las cinco formas en las que las personas ciegas y deficientes visuales votan en las elecciones en Europa: voto con asistente, voto con un dispositivo táctil, voto por correo, voto anticipado y voto electrónico. Por supuesto estos métodos están diseñados de forma muy distinta según el país y encontramos algunos problemas muy obvios.
La UNCRPD establece de forma clara que los ciudadanos deficientes visuales deben tener libertad para elegir al asistente para la votación, pero esta norma solo se aplica en una minoría de países. Por ejemplo, en Chipre y en Grecia hay que votar con un funcionario electoral. En Lituania y Polonia es al revés, se puede votar con cualquiera menos con un funcionario electoral. En Irlanda, a la persona deficiente visual que quiere votar con un asistente se le puede incluso negar el derecho al voto si no hay tiempo suficiente para comprobar que el asistente elegido cumple con los requisitos necesarios. Miembros de la EBU que han colaborado como asesores en la elaboración del informe nos comunicaron que en países como Dinamarca, Suecia y Países Bajos los funcionarios electorales no conocían el derecho a votar con un asistente.
Los dispositivos táctiles, plantillas que se colocan encima de la papeleta para identificar su contenido, también presentan sus propios problemas. En varios países, como es el caso de Eslovaquia, la papeleta está tan llena que no se puede diseñar una plantilla que valga. En Alemania, la pionera del voto con plantilla en Europa, los funcionarios de las elecciones municipales tienen libertad para modificar las papeletas, por lo que no se puede utilizar una plantilla de diseño único. En Austria la plantilla no da acceso a todas las opciones, en consecuencia los votantes deficientes visuales terminan teniendo menos derechos de participación política que otros ciudadanos.
Un caso especialmente sorprendente es Malta, donde la plantilla solo se etiquetó en braille, pero dado que muy pocas personas conocen el braille en la isla nadie hizo uso de esta ayuda táctil; tuvieron que pasar varios años para que el comité electoral de Malta añadiese un fichero en audio para que los votantes deficientes visuales pudieran saber lo que está escrito en la papeleta y en la plantilla respectivamente.
El problema del voto electrónico es que apenas existe. Casi el 80% de los expertos de la EBU desearían contar con algún tipo de sistema de voto electrónico en su país de origen, pero menos del 10% de los países ofrecen terminales para votar o una interfaz para votar por internet. Incluso los países con voto electrónico tienen problemas a la hora de su implementación: en Bélgica no todas las máquinas cumplen con los requisitos de accesibilidad necesarios, tales como acceso no visual a la información y confirmación acústica; en Kazajstán para utilizar los terminales de votación es necesario escanear un código de barras y la navegación mediante una pantalla táctil, lo que las hace del todo inaccesibles.
Esperanza para el futuro
En resumen, los resultados de nuestros estudios muestran que en la mayoría de países europeos, por no decir en todos, las personas deficientes visuales no pueden votar con total independencia, en secreto y en igualdad con el resto de ciudadanos. No son buenas noticias, pero también encontramos algunos buenos ejemplos prácticos sobre cómo conseguir que las elecciones sean más accesibles para los votantes con discapacidad visual. A grandes rasgos se pueden clasificar en tres categorías.
En primer lugar, existen varias leyes y reglamentos útiles en vigor. En Malta el acceso de todos a las elecciones es incluso un derecho constitucional. Noruega tiene una normativa muy clara referente al diseño de las papeletas, incluyendo el tamaño de la fuente, lo que puede ayudar a mejorar la legibilidad del contenido para votantes deficientes visuales con resto visual. En Georgia, todos los ayudantes tienen que asistir obligatoriamente a un módulo de formación sobre ley electoral, que incluye la normativa para el voto de las personas deficientes visuales.
En segundo lugar, hay buenos métodos alternativos que surgen cuando se permite que los ciudadanos puedan votar desde casa o por adelantado. En Eslovenia, por ejemplo, se puede votar con cinco días de adelanto, lo que puede reducir los niveles de estrés. En Montenegro, Islandia y algunos otros países existe la opción de voto por correo, especialmente útil para aquellos votantes con resto visual que pueden hacer uso de las condiciones lumínicas o dispositivos de ampliación en su casa para votar de forma independiente. Claro está que estas alternativas solo son útiles cuando van asociadas a normas para la asistencia, dispositivos táctiles y opciones electrónicas.
En tercer lugar, es interesante señalar en este contexto que hay varios países que han empezado recientemente a experimentar con dispositivos táctiles. Por ejemplo, en el último año Portugal ha empezado a utilizar plantillas; las personas deficientes visuales de Irlanda pudieron votar en un referéndum nacional por primera vez haciendo uso de una plantilla y los Países Bajos no solo han puesto en marcha el uso de dispositivos táctiles en las elecciones municipales, sino que también están intentando encontrar soluciones para simplificar sus papeletas tamaño mantel.
¿Cuál es el siguiente paso?
No cabe duda de que estos cambios están ligados al esfuerzo constante de las organizaciones locales miembro de la EBU. Algo similar ocurre en otros países. Por ejemplo, la organización española miembro de la EBU prepara un kit de voto accesible en braille y macrotipo para cada votante con discapacidad visual. Nuestra organización alemana está a cargo de la preparación de las plantillas, para lo que recibe financiación estatal. En la fase siguiente del proyecto AVA queremos basarnos en estos datos para que las elecciones accesibles sean una realidad en toda Europa.
A comienzos de 2019 preparamos un vídeo y un folleto para divulgar nuestro proyecto de investigación. En 2020 trabajaremos conjuntamente con legisladores, funcionarios electorales y miembros de la EBU de cuatro países que celebran elecciones en este año: Bulgaria, Grecia, Polonia y Eslovaquia. Hasta el momento los votantes deficientes visuales de estos países han tenido que hacer frente a barreras significativas, pero con nuestro proyecto de la EBU para aumentar la concienciación sobre el voto accesible esperamos que en estos países se pueda ejercer el derecho político a unas elecciones en igualdad, con voto secreto e independiente.
Para más información sobre las actividades relacionadas con AVA puede visitar la página web.
Por Benedikt Van den Boom, Federación Alemana de Ciegos y Deficientes Visuales, DBSV.