La información estadística es una de las principales fuentes de información de la sociedad. Disponer de datos estadísticos actualizados y fiables es uno de los elementos clave para el desarrollo de políticas efectivas y basadas en pruebas en cualquier campo, así como para monitorizar su implementación y cualquier avance que se produzca. La Unión Europea y sus Estados miembro están firmemente comprometidos con la defensa de políticas y actuaciones destinadas a mejorar la situación social y económica de las personas con discapacidad.
En este sentido, en la Estrategia para la Defensa de los Derechos de las Personas con Discapacidad 2021-2030, adoptada por la Comisión Europea en marzo de 2021, se definen iniciativas clave para contribuir a la plena participación de las personas con discapacidad en la sociedad, en igualdad con el resto de personas.
Una de las iniciativas consiste en la mejora de la disponibilidad y comparabilidad de los datos existentes sobre discapacidad. El objetivo es recabar información sobre discapacidad en todas las recogidas de datos estadísticos existentes que hagan referencia a personas u hogares. Esto nos permitirá analizar la situación de las personas con discapacidad en varios aspectos de la vida, identificar las barreras en el medio social y económico que impiden que las personas con discapacidad puedan ejercer sus habilidades, así como disfrutar en igualdad de todas las oportunidades y participar de forma plena en todos los aspectos de la vida.
Por ejemplo, muchas políticas económicas y sociales dependen de los datos estadísticos recogidos en la Encuesta de Población Activa de la Unión Europea. La inclusión de un desglose por discapacidad en dicha encuesta a partir del 2022 permitirá gestionar el avance en la participación de las personas con discapacidad en el mercado laboral, así como en términos educativos, formativos y en base al contexto socioeconómico.
Las estadísticas comunitarias sobre la renta y las condiciones de vida muestran que la situación de las personas con discapacidad en campos como el empleo, la propiedad y la exclusión social, es sustancial y consistentemente peor que la de las personas sin discapacidad.
Al considerar el indicador primario del mercado laboral, la tasa de empleo, la brecha de discapacidad en materia de empleo, esto es, la diferencia entre la tasa de empleo de las personas con y sin discapacidad de entre 20 y 64 años de edad, se observa un pequeño incremento en comparación con el periodo 2014 - 2020 a nivel de la UE: de 22.7 puntos porcentuales a 24.5 puntos porcentuales. La tasa de empleo más altas en ambas categorías de personas corresponde al 2020, en Estonia: el 65.7% de personas con discapacidad y el 86.3% de personas sin discapacidad.
Al presentar datos sobre discapacidad, es importante reconocer los problemas que conlleva este concepto a la hora de recabar datos. “Discapacidad” es un término genérico que engloba varios conceptos, deficiencia, limitación de actividad y restricciones de participación. Su complejidad y carácter multidimensional hacen que se tengan que tener en cuenta muchos aspectos a la hora de medirla. Por ello, identificar a las personas con discapacidad en una encuesta es una tarea difícil, en la que hay que llegar a acuerdos en lo que se refiere a la definición de discapacidad a utilizar, sobre todo porque la aplicación práctica del concepto de discapacidad no puede ser el mismo en encuestas sociales no específicas y en aquellas que lo son, ya que en estas últimas se puede utilizar un conjunto de preguntas más amplio. Por ello, la discapacidad se evalúa de distintas maneras según las encuestas, por lo que los resultados no son siempre comparables.
Lucian Agafitei, ayudante de estadística, Eurostat Unidad F4: ingresos y condiciones de vida; calidad de vida.