La Alianza Internacional de la Discapacidad (International Disability Alliance, IDA)
A lo largo de los últimos 15 años, desde la adopción de la CRPD, los Estados participantes han logrado avanzar en la protección de los derechos de las personas con discapacidad.
La Convención sigue sirviendo como hoja de ruta a los Estados participantes para la formulación de leyes, estrategias, políticas y programas que promuevan la igualdad, la inclusión y el empoderamiento de las personas con discapacidad. Además, las Naciones Unidas, junto con los Estados miembro, organizaciones de personas con discapacidad y otras partes interesadas, también han estado integrando los derechos de las personas con discapacidad dentro de los sistemas para el desarrollo y los derechos humanos.
Este tratado ha hecho que las normas cambien para mejor. La Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, la Cumbre Humanitaria Mundial y la Nueva Agenda Urbana reflejan estas nuevas normas. Leyes nacionales como la ley de Perú que prohíbe la tutela representan esta vanguardia.
Sin embargo, las respuestas gubernamentales durante la pandemia del Covid-19 demostraron que tal vez no hayamos avanzado tanto como pensábamos. Decisiones poco claras sobre “calidad de vida” en resoluciones destinadas al racionamiento de la atención sanitaria para salvar vidas, el uso de medidas de aislamiento draconianas que prohibían el acceso a servicios y el número de muertes por el virus de personas residentes en instituciones demuestran que todavía existe diferencia entre la realidad y el objetivo de la Convención: que todas las personas con discapacidad puedan disfrutar de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de forma plena y en igualdad.
¿Qué debemos hacer a continuación? El futuro sigue siendo muy esperanzador. Haremos uso de los logros conseguidos con estas nuevas normas y seguiremos luchando por avanzar. Seguiremos reivindicando, tanto a nivel local como nacional, el derecho a participar de forma efectiva y plena la vida política y pública en igualdad de condiciones con los demás: “nada sobre nosotros sin nosotros”. A nivel internacional, seguiremos haciéndonos notar en nuevas áreas, como el recién formado consejo representante de las personas con discapacidad, participando en ámbitos de política internacional en materia de Reducción del Riesgo de Desastres y Cambio Climático.
En estos dos últimos años hemos vivido las consecuencias de unos avances de los que queda constancia por escrito pero no se aplican en la práctica. Debemos estar alerta y cuestionar la aplicación e implementación de las nuevas leyes, estrategias y políticas. Redactar leyes y que esas leyes se cumplan son cosas muy distintas. Los mecanismos que garantizan el cumplimiento de las leyes son los que protegen nuestros derechos.
Han pasado 15 años desde la adopción de la Convención. No cabe duda de que el cambio ha sido inmenso, pero nuestro trabajo no ha hecho más que empezar.