por John Heilbrunn, Asociación Danesa de Ciegos, Vicepresidente.
Déjenme empezar por confesar que soy usuario de braille, amante y fan del braille y promotor del braille.
Creo que el braille es liberador y clave para el éxito educativo y profesional y la independencia de las personas ciegas o con muy baja visión.
El braille es genial en papel, en rótulos, en muestras braille de alta tecnología y obviamente hay futuro para el braille. Algunos dirán que el braille impreso es dañino para el medioambiente, y yo digo que hoy en día, con el reciclaje de papel, incluso el material braille de calidad puede reciclarse y reutilizarse. En líneas generales, un uso mixto del braille, tanto impreso como en muestras, es un paso adelante, y que, en el mundo actual, con tantos avances tecnológicos, encajará en un esquema con otras formas de comunicación como la interacción con el ordenador a través de la tecnología de lector de pantalla hablado o en braille, y el smartphone, donde el habla es el vehículo principal de comunicación para muchos usuarios con discapacidad visual.
Así que quienes afirman que el uso del braille está anticuado, desfasado u obsoleto, se equivocan y constituyen una amenaza para el ascenso social de las personas ciegas.
El estudio realizado en 2016-2017 bajo la supervisión de personas de referencia procedentes principalmente de Dinamarca, Suecia, Finlandia, Austria e Italia, analizó la situación en 9 países europeos para evaluar varios asuntos desde la proporción estimada de lectores/usuarios de Braille entre la población joven, pasando por programas e instalaciones formativas, el uso de varios formatos de braille, incluidas las contracciones, la disponibilidad de escritores y muestras de braille, y hasta qué punto existen ofertas para hacer el braille atractivo y divertido para los niños desde edades tempranas. En este contexto se consideró y subrayó la importancia de la implicación de los padres durante los primeros años de los niños en cuestión.
Si echamos la mirada atrás, digamos, 40 o 50 años, el braille era generalmente la única vía para que las personas ciegas pudieran adquirir información, tomar notas, escribir cartas, etc. de forma independiente. Por supuesto, podían usar una máquina de escribir, podían escuchar la radio, etc., pero no tenían control sobre el texto que producían, mientras que, al usar el braille, podían interactuar con el texto y ser dueños del texto en cuestión. Hoy en día las oportunidades, opciones y recursos son muy diferentes y sin duda podrían encaminarse a promover el braille mucho más de lo que lo hacen. Los realces de alta velocidad pueden producir braille de calidad y en grandes cantidades, así que la impresión bajo demanda es característica de muchos contextos, tanto en bibliotecas para personas con discapacidad visual, como en centros de recursos y – al menos de forma realista, en entornos privados de niños y jóvenes en edad escolar. Las TICs permiten la producción adaptada, en la que el braille se puede realzar contraído y sin contraer. Esto es, desde luego, distinto de las versiones caseras de material previamente duplicado en el método de calentamiento (calentar planchas de plástico y hacer copias usando un método de succión).
Cuando yo era un joven estudiante, llevaba mis libros en una pesada mochila y le pedí a mi padre que me hiciera un carrito de dos ruedas para contrarrestar dolencias serias derivadas de llevar muchos kilos de materiales durante mucho tiempo. Hoy en día, con las posibilidades que ofrece la alta tecnología, los ordenadores con muestras de braille y los sistemas de toma de notas, que son básicamente ordenadores de braille, se pueden llevar inimaginables cantidades de material, libros, notas, etc. en una mochila pequeña, escribir, leer y editar notas, buscar y compartir con compañeros sin discapacidad visual usando tus dedos y la punta de tus dedos – combinando la tecnología y el uso del braille.
Nada supera la sensación liberadora que produce, en una reunión, encontrar material básico en braille. La oferta de menús en braille a clientes ciegos en los restaurantes siempre asombra a los clientes sin discapacidad visual y da una gran satisfacción al cliente que no puede leer el menú pero desearía elegir por sí mismo su comida y bebida.
Jugar a las cartas es una gran oportunidad para todos, niños o adultos, para aprovechar el tiempo de ocio en igualdad de condiciones.
Las señalizaciones en braille en los trenes para indicar el asiento y las instalaciones dentro del lavabo añaden un poco de independencia y libertad de movimiento para las personas ciegas.
Todo esto suena bien y es muy positivo. Sin embargo, parece que el braille podría tenerse en cuenta y usarse mucho más de lo que se usa hoy en día. De la investigación en el informe sobre braille mencionada al principio de este artículo, parece desprenderse en primer lugar que el conocimiento sobre la disponibilidad de servicios, un esfuerzo coordinado a nivel nacional y un cuadro general de la situación del braille en cada país, digamos, fue, sorprendentemente, pequeño – con algunas variaciones, por supuesto, dependiendo del tamaño de los países estudiados. Las diferencias regionales y la falta de coordinación en la organización parecen conducir a un panorama que no es ni de lejos tan fértil y bien estructurado como habíamos esperado. En segundo lugar, en todos los países estudiados hay personas muy entregadas que realmente creen en la necesidad de fomentar el braille y demostrar su utilidad y necesidad indiscutibles.
Durante una conferencia al final de este estudio, se celebraron algunas sesiones muy creativas de tormenta de ideas acerca de por qué y dónde se podría favorecer el uso del braille y cómo podría esto mejorar las vidas y condiciones de las personas ciegas o con una visión muy residual.
Lo que parece un denominador común en todos los países es un notable descenso de las competencias de los profesores de braille en términos de cantidad y calidad. Los profesores de apoyo, antaño muy familiarizados con el sistema braille y por tanto capaces de responder preguntas y ofrecer un apoyo fiable, ya no tienen la disponibilidad de antes, y además, dichos profesores están, en las escuelas inclusivas de hoy, mucho más centrados en las tareas encargadas a niños necesitados de atención con otros trastornos. Simplemente se olvida a los niños y niñas ciegos, que se hacen altamente invisibles.
Pero es evidente que el braille podría exponerse y utilizarse en muchas situaciones, como son:
- El etiquetado de medicamentos y en las viviendas privadas (cocina, baño, etc),
- La señalización de máquinas expendedoras y del entorno, como por ejemplo la señalización de los ascensores,
- Mapas y bosquejos en 3D de las características del entorno,
- Medios de asistencia al poner las cosas en orden – como grabadoras y CDs,
- Fomentar el desarrollo personal, incluido el empleo de, materiales en braille en varios idiomas, de las matemáticas y otras ciencias,
- Producción de materiales para cantar y tocar música tanto en el ocio como en el ámbito profesional, y especialmente, como medio para animar a niños ciegos o con una visión muy residual a aprender, amar y jugar con el braille, donde el interés y la coexistencia de la familia se consideraba de vital importancia (se ha observado que hoy en día muchos padres se aferran a soluciones basadas en la vista, a menudo a través de una potente ampliación antes que asumir que su querido hijo o hija es, real e irreversiblemeente, ciego o casi, con las consecuencias que esto implica en términos de enfoques nuevos y diferentes usados por las personas sin discapacidad visual).