Si estamos en un edificio por primera vez, necesitamos información para encontrar el camino: ¿Dónde estoy? ¿Dónde puedo encontrar algo o a alguien? ¿Quién/qué se esconde detrás de una puerta? ¿A dónde conduce un camino? Etc. Pero también en edificios que conocemos hay información de la que dependemos para poder usar varias instalaciones. Por ejemplo para saber lo que pasa si pulso un botón en un ascensor o en una máquina de autoservicio, necesito algo que me indique su función cada vez que lo uso. Ya que esta información es tan esencial para orientarse, su presencia en los espacios públicos es tan básica que ni siquiera nos damos cuenta de lo perdidos que estaríamos sin ella.
Para las personas ciegas, esta información es aún más importante. Pero ¿cómo la pueden percibir? Si no puedes ver algo, necesitas poder oírlo o tocarlo. Para muchas situaciones en espacios públicos, la información táctil es especialmente útil.
Una posibilidad de proporcionar esa información táctil son los caracteres en relieve, números u otros símbolos simples. A modo de breve información, esto tiene inmensas ventajas que lo hacen indispensable: Las personas acostumbradas a la señalización visual pueden - al perder visión – reconocer los caracteres por el tacto. Si además hay una visibilidad suficiente, también pueden usar su resto visual. También, todas las personas que ven se benefician de ello.
Sin embargo, la señalización en relieve también tiene una gran desventaja: no está hecho para leerse con el tacto. Hay que poder tocar la estructura de cada letra. Esto hace la lectura agotadora y lleva mucho tiempo. Con el braille, esto es totalmente diferente. Se desarrolló específicamente para leerse con el tacto. Cada letra es una combinación de puntos en relieve que pueden percibirse todos a la vez con la punta de un dedo. Esto facilita una lectura fluida y rápida moviendo un dedo sobre las líneas como los ojos de un lector con vista.
Para mucha gente es muy difícil o imposible aprender braille, porque p.ej. ya han alcanzado una edad muy avanzada cuando se quedan ciegas o su ceguera es síntoma de diabetes, que también causa parestesia en los dedos. Para estas personas, las señalizaciones en relieve son muy importantes.
Pero para quienes pueden leer braille, es incomparablemente más eficaz leer y por tanto es la única alternativa realmente igual para el texto escrito.
Por Doris Ossberger